sábado, 4 de octubre de 2025

 ECONOMIA SOCIAL Y SOLIDARIA. La Previa para el Buen Vivir

 https://www.academia.edu/143861405/ECONOMIA_SOCIAL_Y_SOLIDARIA_La_previa_para_el_Buen_Vivir

 

El propósito de esta obra es contribuir a la precisión conceptual de la Economía Social y Solidaria como una práctica social de amplias perspectivas reivindicatoria de grandes masas de población empobrecidas y excluidas de los planes de desarrollo de las sociedades capitalistas modernas.

 La particularización de la ESS se logra tras su distinción de otros propósitos sociales anunciado por organizaciones cooperativas, corporaciones filantrópicas y empresas sociales cuyas condiciones de operación requieren del lucro y la explotación previas de terceros.

 

Aunque este es un tema especializado que obliga a utilizar un lenguaje eminentemente académico, su desarrollo, abarcando asuntos cotidianos del intercambio, la producción, la distribución, y el consumo, podría situarlo al alcance del ciudadano común.

 

Por igual razonamiento podría decirse que este es un tema de vieja data, pero lo cierto es, que después de tantos siglos de discusión, apenas recientemente ha surgido la tendencia a aceptar que el acto asociativo es el que entra a caracterizar ese tipo determinado de relación social y política denominada “solidaridad”.

 

Ciertamente, los actos de intercambio recíproco entre personas dan forma y mantienen las relaciones sociales, pero, es aquel sentir individual posterior al ofrecimiento voluntario o a la solicitud de cooperación, el que compromete al cumplimiento solidario de cierto modo de actuar. En otras palabras, “la solidaridad” es una visión relacional conectada con los conceptos de “moralidad” y “vida ética”.

 

De hecho, la solidaridad como compromiso de cumplimiento colectivo implica un concepto moral, un sentido de obligación basada en una causa común que busca transformar la situación normativa, desde aquella defensora del interés personal a esta otra de responsabilidad social, inductora de obligaciones morales propias. (Stockdale, 2021)

 

Ha sido de reciente aparición el tema de la Economía de la Solidaridad, que considera la prosperidad y el bienestar como un nivel de desarrollo social meritorio en el cual cada uno pueda vivir más humanamente, sin la preocupación diaria de la supervivencia, diferente a cualquier corriente de pensamiento resultante de la “Ilustración europea”, ya sea liberal o marxista, que conciben estos fines como resultado de la maximización de la producción en masa. (Boff, 1980)

 

Además, ayuda a desarrollar el concepto de justicia social elaborado durante la Ilustración, distinguiendo entre la redistribución asistencialista, o corporativista, y la “ayuda solidaria”, de naturaleza horizontal y recíproca, controladas desde las bases, e impulsadas por políticas “articuladoras, éticamente sólidas, que promueven al hombre en su totalidad”. (Boff, 1979)

 

De eso trata este libro. Tal como es sabido, todo proyecto social, para poder ser movilizador y durable, tiene que propiciar la participación ampliada entre unos actores que van progresivamente, y sin proponérselo, construyendo variantes de los formatos económicos de la práctica social, y unos agentes internalizadores de la eficacia de las prácticas siguiendo las pautas de su posición en la que actúan como reproductores de las estructuras dentro de las que actúan.

 

Podría proyectarse la idea de que, mediante la reproducción y articulación de más y más cooperativas se puede avanzar hacia un mundo de cooperativas interrelacionadas en diversos niveles de representación y coordinación, con mercado y con Estado, pero para ello, el sistema cooperativo y sus valores tendrían que ser predominantes sobre esos dos modos de redistribución y coordinación económica. En la realidad actual, el cooperativismo es heterogéneo y no pueden evitarse unos sectarismos parciales, ojalá superables, pero que no son cuestiones marginales.

 

Es preciso desarrollar otro tipo de asociacionismo, que encare la construcción de nuevas formas de sociabilidad a largo plazo, con el objetivo de construir un sistema de “asociaciones de asociaciones” capaces de instrumentalizar al Estado y al mercado y no a la inversa. En otras palabras, otro sistema socioeconómico que propenda por una versión del asociativismo patrocinadora de la construcción de una sociedad democrática, justa, con libertad y solidaridad, libre del mercado y del Estado, de otra economía.

 

Una pretendida cultura comunitaria trata de esfuerzos y acciones de una misma iniciativa y dirección institucional, por lo tanto, para su despegue pudiera necesitarse la contribución de agentes externos y durante su desarrollo serían requeridas distintas formas de asistencia técnica,

 

Aquí, de lo que se trata, es de pensar en un conjunto de estrategias y tácticas dentro de un proceso social abierto, en transición, aunque siempre en contradicción, porque para no estar en guerra permanente, se busca ir ganando en organicidad al nivel meso, donde se distribuyen las bases materiales para la vida, donde se fija la subjetividad reinante.

 

Se requiere una apertura de miras, capacidad para observar, comprender y aprender colectivamente. Se requiere militancia y mística, aprender a oír y suscitar la comunicación horizontal. Reconocer los sujetos existentes o potenciales y las diversas practica económicas que se ponen del lado de las mayorías victimadas por los sistemas. Clarificar el sentido de tales prácticas, a través de la crítica, a veces apoyadas por marcos conceptuales abstractos pero que encuadran consistentemente el pensamiento a materializar.

 

La política democrática se basa tanto en una crítica del sistema imperante como en la capacidad de iniciar y/o continuar un proceso político en el que se vaya avanzando con pequeñas, medianas, o grandes transformaciones. Y esto debe hacerse siempre basados en el consenso activo de los actores de esos cambios, consolidando al mismo tiempo unos sujetos colectivos, es decir, que tales actores se asocien con base a proyectos sociales y/o políticos compartidos.

 

El desarrollo de la comunidad tiene como objetivo la promoción y movilización de recursos humanos e institucionales mediante la participación democrática de los diversos núcleos de población, o del personal en el caso de las dependencias estatales, los sindicatos, las asociaciones gremiales, organizaciones religiosas, y demás instituciones especializadas, con el objeto de generar entre ellos un verdadero desarrollo de la comunidad en todos sus aspectos: infraestructuras y acondicionamiento del territorio, fomento económico, educación, participación política, fomento artístico y deportivo, entre otras.

 

En principio es preferible que la iniciativa esté en la sociedad civil, pero también debe buscarse que el Estado acompañe y apoye las demandas de recursos materiales, de políticas públicas a favor del crecimiento de un sector orgánico de emprendimientos económicos autogestionado por sus trabajadores. Todo ello dependiendo de la coyuntura socioeconómica, de las voluntades políticas desplegadas.

 

El primer capítulo de este libro trata sobre Generalidades de la ESS. Empieza con la legitimación internacional del concepto y los puntos de encuentro entre la Economía Social Europea y la Economía de la Solidaridad latinoamericana.

 

El segundo capítulo, sobre los Formatos Económicos de la ESS, enfatiza en la pluralidad, formalmente invisible, que desatan los formatos económicos de la ESS insertos en un sistema capitalista predominante.

 

El tercer capítulo se refiere a la Racionalidad (Objetiva de Max Horkheimer, 1973) de la ESS, distinta a la racionalidad subjetiva (económica) del sistema capitalista en el que la idea del interés egoísta toma protagonismo. Esta, la nuestra, acompañando aquella parte de la ESS que, incorporando valores orientadores de la producción y el intercambio de bienes inherentes a la satisfacción de las necesidades sociales, busca el mejoramiento de la calidad de vida de los sujetos.

 

El cuarto se refiere al Marco Regulatorio de la ESS en Colombia, que si bien, en general, ha servido para impulsar al denominado sector solidario persiste en él cierta asimetría regulatoria contradictoria de la coherencia entre los principios cooperativos y las normas comerciales, sobre todo al dirimir conflictos. 

 

El quinto capítulo habla de las Otras Formas con Propósito Social, pero que no encajan en el concepto purista de la ESS. Aquí es importante resaltar la claridad que debe existir entre condiciones jurídicas y organizacionales para obtener el aval de las Redes Internacionales de Economía Social y de la Solidaridad (RIPESS).

 

El sexto punto habla sobre las Iniciativas e Innovaciones Originarias y Complementarias de la ESS, en la que entre las originarias se incluyen las comunidades ancestrales latinoamericanas, seguidas de las complementarias que descansan sobre los conceptos de innovación en los que ha sido incorporado el conocimiento científico-tecnológico y, en particular la innovación social que hace parte de los actuales Sistemas Tecnológicos Sociales (STS) construidos para enfrentar las nuevas crisis de la sociedad postmoderna.


No hay comentarios: